Este es un poema dedicado a todas aquellas mujeres que han dado su existencia por los suyos, sin quizá esperar recompensa alguna.
¿LO VES?
¿Lo ves? ...Tanto
esperar.....¿Lo ves como todo llega?
Creías que era
imposible...
Lo bueno se hace
esperar...
Esperar..valió la
pena...
¿Lo ves? ..El tiempo
siempre se encarga,
de dar premio a tu
paciencia
Paciente toda tu
vida,
la paciencia es tu
destino,
y eso si, vale la
pena.
¿Lo ves como todo
llega?...Tanto luchar en la vida,
abrir todos tus
sentidos,
hacer que lo demás te
sientan,
Y sentir vale la
pena.
¿Lo ves? Muchacha de
aquellos tiempos
ahora , madre,
esposa, abuela.
Los años, te han
hecho vieja, pero...
¿Lo ves como cumplir
años
también te valió la
pena?
¿Lo ves?
Entonces; ¿porqué estás triste?
¿Qué provoca tu tristeza?
¿Lloras por tiempos
pasados?
¿Añoras algunas vivencias?
No llores más, y
sonríe.
¡ Sonreir vale la
pena!
¿Lo ves? Así... con
esta sonrisa, tu mirada es mas serena,,
Mírate ante el espejo
Observa tu mirada tierna
Alégrate de tu aspecto Aprende a amar tu
presencia
que amarse, ¡Eso sí!
vale la pena.
¿ La vida no te
sonríe?, pues sonríele tu a ella.
Y verás que en este
espejo. El que tu imagen refleja,
se dibuja una sonrisa,
Verás que entonces tu
vida. También mereció la pena.
El espejo de tu vida,
guarda todas tus vivencias,
Cuando te mires en
él, no lamentes tu existencia,
¿Cómo te van a querer
los demás si no demuestras
que te quieres a ti
misma, que valoras tu existencia?
¿Cómo te van a creer,
cuando a veces les comentas
que existir, vale la
pena.?
¿Lo ves? Si has leído
este poema, porque te sentías triste
y al leerlo te das
cuenta, de que tu sientes y vives,
que vivir vale la
pena, y ante el espejo sonríes,
ya me doy por
satisfecha,
porque cuando uno
escribe,
a veces no se da
cuenta,
a veces no lo percibe
que escribir, vale la pena.
Dedicada a un ancianito de Ävila, que en uno de nuestros viajes nos mostró una de las momentales iglesias de esas ciudad.
UN VIEJO MUY LENTO
Y voy ligerito, que
van a cerrar,
decía el viejito, con
pasito lento,
mientras nos
mostraba, con gran lealtad
todas las estancias
del vetusto templo.
Y voy ligerito,
repetía el eco,
Entre estatua y
estatua,
entre lienzo y lienzo,
Mientras que sus
piernas,
gastadas de tiempo
se le desplazaban
poco más de un palmo
o de palmo y medio.
Nosotros detrás, y
delante el viejo..
¡Que van a
cerrar!..Seguía diciendo..
El iba
avanzando..despacito y lento..
mientras nos contaba
cosas de otros tiempos.
El garrocho en mano,
para señalar
un viejo retablo, de
santos esbeltos,
y cuando sus piernas,
no podían más
bajaba el garrocho para
andar el suelo.
De historia, sabía,
aquel viejo lento
más que sabe un libro
o cualquier maestro.
¡Una limosnita para
un guía viejo!
o para la iglesia,
que hacen falta arreglos.
De santos sabía,
aquel viejo lento
más que el propio
cura, que nació en el pueblo.
Y voy ligerito,
vayamos saliendo...
vaya que el sereno,
vaya que el sereno…
nos encierre dentro.
RAICES.
Se fueron a otras
tierras,
Lejos, muy lejos de
su mundo
Cruzaron mil fronteras
Tomaron nuevos
rumbos,
por tierras
extranjeras.
Se fueron, llevando
sus quimeras,
lejos, tan lejos de
sus pueblos.
Caminos por veredas
cambiaron por
completo.
Veredas del silencio.
Recuerdos de
tristezas,
que en vano
intentaron
olvidar con el tiempo.
Les derrotó el
pasado.
Les derrotó la
guerra.
Algún que otro
momento,
España está en su
mente.
Resuenan insistentes,
las voces de su
tierra
y vuelven las
quimeras
y entonces ellos
piensan:
¡No! a España ya no
vuelvo,
aquí soy extranjero,
y allá no me recuerdan,
mis viejos
compatriotas,
que fue la cruel
derrota,
quien me echó de mi
pueblo.
A España ya no
vuelvo,
que aquí echó las
hojas,
el árbol de mi
cuerpo,
que me han salido
ramas,
que son tan alemanas,
como la Selva Negra.
Cambié el vino tinto,
que nace de las
cepas,
por la amarga
cerveza,
que bebo los
domingos.
Me cambiaron el Ebro
por este Rhin
sombrío,
cambié los Pirineos,
por montes europeos,
y los campos de
olivos,
por oscuros abetos,
cambié hasta el
idioma
por entenderme con
ellos.
Cambié el mar de mis
costas,
Por lagos y por ríos.
Atrás dejé mis cosas,
y aquí es donde me
quedo
que están aquí mis
hijos..
Bellíssim i íntim
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