MI BICICLETA
La
quietud del bosque,
entre
los verdes senderos,
me
recuerda que hace años
entre
medio de estos pueblos
montado
en mi bicicleta,
cruzaba,
campos enteros.
Miraba
este mismo cielo,
con
los ojos muy abiertos,
queriendo
comerme el mundo,
que
parecía pequeño.
Luego
pasaron los años,
y
transcurrido un tiempo,
el
mundo se hizo tan grande,
que
ya no podía comerlo.
El
mundo me comió a mí,
volví
a sentirme pequeño.
Pequeño
ante tantas cosas,
pequeño,
ante el mismo cielo
que
hace años yo pensaba,
que
era solo de el mi pueblo.
Que
no existía mas mundo
que
el que yo estaba viendo.
Y
que era fácil vivir
pues
me daban todo hecho.
Ahora
veo que la vida,
es
algo más que este pueblo
y
veo además que este mundo
no es como yo deseo.
Ya
no me dan todo hecho,
ahora
tengo yo que hacerlo.
El
mundo me comió a mi.
Y
yo que quería comerlo.
En mi caso, la bicicleta no es más que una expresión metafórica. Jamás tuve una bicicleta. Quizás por ello en esta poesía, quien habla es un niño, no una niña. Quizás sea mi hermano, que él si tuvo una bicicleta. Por cierto: hacía verdaderas maravillas con ella. Se mantenía sobre el sillín, inmóvil y en equilibrio largo rato. Incluso ganó un concurso de "La bicicleta más lenta de la carrera". No es broma. Se trataba de llegar el último en un recorrido de cien metros, sin poner ni una sola vez el pié en el suelo.
Una vez me dejaron una, y si he de decir la verdad, con esa vez tuve bastante. A los tres minutos de montarme ya había salido rodando por una cuesta abajo.: Las rodillas arañadas, el manillar torcido, y en la cabeza un descomunal chichón, que me hice al darme con la única piedra que había en toda la cuesta.
. Vamos que yo soy aquella que se sienta en un pajar y se clava la aguja......pero a pesar de ello, y a falta de una bicicleta de las de verdad, yo, pedaleo...cada día, eso sí en mi bicicleta estática, que de esa seguro que no me caigo...
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada