diumenge, 20 d’octubre del 2013

UNA ENTREVISTA POSITIVA



  Quizá un baño de moral o de autoestima. Quizá, simplemente una manera de pasar el rato conversando con alguien interesante. Quizás, como una búsqueda de oportunidades, o simplemente como un encuentro ocasional que  probablemente, si no pongo  algo de mi parte,   no vuelva a producirse, pero el caso es que ayer, decidí ir a conocer a la regente de un centro cívico sito en la ciudad más próxima a la mía.

  ¿Un café? Me sugirió la camarera del recoleto local, -¿mientras espera  a que regrese la señora que lleva el tema cultural?.

  Mientras saboreaba el café, demasiado azucarado para mi gusto, no por culpa de nadie sino de mi misma, pues un tanto absorta en no sé que historias, dejé que la bolsita se volcara por completo dentro del vaso, cuando a mí con la mitad, me sobra. Aquel café me duró algo más de lo habitual, pues en cierto modo, allí, sola en una mesa, entre la medio penumbra que ambienta el café-teatro, y la conversación de la  gente que cerca de mí, debatían tan pronto sobre platos de bacalao, que sobre unos niños que hacen danza , había que hacerlo durar: ¿Qué haría yo en cuanto el vaso quedara vacío, y los posos del café se fueran solidificando alrededor de sus paredes?.

  Afortunadamente la señora llegó antes de que tomara el último sorbo, que por cierto estaba ya helado.. Me presenté ante ella como es debido, y acto seguido cogió mi libro de poemas entre sus manos, lo ojeó con atención, lo miró de arriba a abajo y  se entretuvo en leer alguna de sus páginas. Le expliqué cuanto pude de mi misma. Respondí a cuantas preguntas me hizo, y alargamos la conversación durante un buen rato ... No quiero extenderme en cuanto a las palabras de elogio que me dedicó durante toda la conversación, ni pretendo alardear de ello, pero si quiero dejar constancia de la inyección de moral que aquella señora me proporcionó, de la cantidad de autoestima que esa señora inyecta directo en vena  a cada palabra o cada gesto, en cuanto que la tienes delante. Porque..¿Hay alguien tan sobrado de amor propio que no necesite de vez en cuanto una dosis de moral y autoestima?  Pensemos en ello..

1 comentari:

  1. De todos es bien sabido que no solo necesitamos alimentar el cuerpo, sino también el espíritu. Que por cierto y en muchas ocasiones resulta ser más beneficioso y mas importante que el primero.

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