dimarts, 26 de maig del 2020

POEMA


CAMINOS    
                                                        
                         
Caminos, que me lleváis hacia la nada:
¿Por qué os cruzáis entre las sendas verdaderas?
¿Por qué hacéis que confunda las veredas,
y que aún dudando, hacia esa nada vaya?

¿Por qué ese imperioso empeño en confundirme?
¿Por qué esta vida esconde las verdades?
¿Por qué predominan en todo las maldades,
que se empeñan y se empeñan en mentirme?

¡Ay! Caminos: Llevadme siempre hacia adelante,
no me dejéis retroceder ni un solo paso,
que a veces, en desandar lo que se ha andado,
se pierde un tiempo ya jamás recuperable.

Nada, nada jamás volverá a ser lo mismo.
Ni nada en realidad, deseé que lo fuera.
Que anhelar el pasado ya vivido,
es despreciar el futuro que ahí espera.

Por eso: Caminos, acaso incorrectos,
dejadme que decida, yo misma donde ir.
Que nadie me señale el rumbo a seguir,
Y que yo misma ande por mis  propios senderos.

Caminos: No me llevéis hacia la nada,
dejad que yo descubra la vida que me espera,
que no voy a dejar camino por vereda,
si yo no estoy segura, de aquello que me aguarda.



diumenge, 17 de maig del 2020

Vuelta a la carga. Nada nuevo bajo el sol.


¿Porqué lo digo? Sencillo. Estoy, sigo estando aquí, entre la redondez de un kilómetro cuadrado. Es la circunferencia por la que se me permite caminar, en mi propia población desde que el confinamiento dejó de ser tan estricto. Después de semanas de privación absoluta, de noticias escalofriantes, de ovaciones desde las terrazas o balcones de las ciudades, de miles de fallecidos, de miles de personas ingresadas y afectadas y de miles de ciudadanos entregados al sacrificio por los demás, después de tener encerrados a los niños, adolescentes y ancianos, después de pasar tanto miedo a, simplemente un gesto tan cotidiano como ir a por una barra de pan, por si el invisible enemigo acechaba en la esquina, en el papel que envuelve la barra, en las manos del vendedor, que aún con guantes y mascarilla, nos la entrega a distancia, después de ver a un jabalí perdido en medio de las calles de esta ciudad, asustado, acorralado por los guardias urbanos, después de permanecer sin la tan deseada visita del nieto que empieza a decirte Yaya y al que ves por vídeo llamada, después de todo eso, este simple paseo de un kilómetro a la redonda, me ha parecido el cielo. ¿Porqué digo que nada nuevo bajo el sol? Pues porque aunque parezca mentira, todo eso  ya lo teníamos, pero no lo sabíamos apreciar.
Hoy, después de muchos días de permanecer en casa, de apreciar los pequeños instantes, de saborear un simple plato guisado, sin prisas, tomando esa copa de vino, como si fuera la última copa de vino de tu vida, o como si fuera el caldo más caro de las bodegas, me he dado cuenta de eso: Nada nuevo bajo el sol. Lo único nuevo es la actitud. Lo único nuevo es que hoy, en el supermercado, un señor me ha dicho: Antes, tenía prisa siempre y ahora me he dado cuenta de que no hay prisa, que cada momento es sabroso en esencia, que la vida es el instante, el preciso instante, este momento único e insustituible, que el espacio por mí ocupado en estos momentos, es un espacio único para mí, que tú que estás delante de mí en estos momentos, eres para mí la única persona que existe, las demás no están compartiendo este instante. Estamos solos tú y yo. No nos conocemos, pero sonreímos, agradecidos quizás de poder compartir este trocito de vida, que no nos llevará a ninguna parte, puesto que somos dos desconocidos, pero...antes...hace poco....era algo muy normal, tan normal, que ni tan siquiera necesitábamos guantes ni mascarilla, ni esperar a que salga otro cliente para entrar yo o tú, ni llevábamos un bote de gel  en el bolsillo o el bolso, pero ahora, en estos momentos, me estoy fijando en ti, no pasas desapercibida, puesto que cada detalle que me ofrece la vida normal, la cotidiana, la tan llamada vida rutinaria, ha dejado de serlo para pasar a ser una vida de regalo, como de regalo es la vida de un anciano que supera los 98 años, y en esos momento  es cuando, y sin  haber pandemias, se da cuenta de cada momento vivido, de cada segundo otorgado por la naturaleza, de cada ser humano que convive territorio con él o ella. Se vuelve sensible. Está con el agua al cuello, pero sabe como levantar la cabeza para no ahogarse. Sabe como vivir el último instante, y mira al cielo más que nunca.   Por eso digo: Nada nuevo bajo el sol. Ya lo teníamos.
 Una obsevación: Mi corrector no admite la palabra "Pandemia" acabo de decirle que existe. Fijaros si andamos perdidos.




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dijous, 14 de maig del 2020

POEMA

    LA TORRE DE BABEL

Yo soñaba con estrellas, mientras pensaba en voz alta.
Tú, observabas muy atenta, pero mi voz, no escuchabas.
Él, de lejos me miraba. Mis labios leyó a distancia.

Luego se acercaron ellos, pensando también en voz alta,
y todos sus pensamientos, mis palabras, acallaban.

Vosotros llegasteis después, ahogando también mis palabras,
y esa Torre de Babel, pensado siempre en voz alta,
me obligó a enmudecer y así me quedé. ¡Callada! 

Y me sumí en mi silencio, pensando solo en voz baja.
Oculta en mis pensamientos, sin articular palabra,
que en medio de tantos ecos, ni yo misma, me escuchaba.

De lejos le volví a ver. Aún mis labios observaba,
como queriendo leer, mi pensamiento en voz baja.

Desde aquel mismo momento, solo uso mis palabras,
si alguien, aunque esté lejos, me atiende para escucharlas.

Que si es para hablarle al eco, el pensamiento, me basta.



SER

Soy nube que lleva el viento.
Soy blanca como la nieve.
Soy lo que quiero ser.
Soy lo que imagino, en mis sueños, en mi mente.

Soy la gardenia,
del bolero de Machín.
Mi perfume.
Mi belleza.
Si no lo soy
¡Qué más da?
Así, me quiero sentir.

Soy el gesto de ese abrazo,
cálido y emotivo.
Protector.
Soy amor.
Si no lo soy, ser así hubiera querido.

Soy una “surikata”,
ese animal tan pequeño,
que vela por su familia.
¿Soy así?
o..¿Quiero serlo?
Si no lo soy,
perdón por ello.

Soy ese Vals de Viena,
bailado con elegancia.
Soy bailarina.
Soy lo que quiero ser.
¿Qué no lo soy?
Lo habré sido en otra vida.

En fin:
¡Que soy lo que soy!
¡Soy gardenia?
¿Soy abrazo?
¿Soy un vals?
¿Soy “surikata”?
¿Soy nube que lleva el viento?

Si no lo soy….
Yo…al menos..quería serlo.


REFLEXIONES

Cuántos años han pasado,
desde que emprendí mi camino.
Mil senderos he dejado,
por no torcer mi destino.

¡Cuántas cosas han cambiado!
¡Qué de errores cometidos!
Cuántas veces he pensado,
De otra forma haber vivido.

Pasan días, pasan años
y siempre, siempre, lo mismo.
La gente pasa a mi lado,
pero ninguno es mi amigo.

Qué frio es el ser humano,
que cruel consigo mismo.
Qué triste es solo pensarlo,
que este mundo esta vacio.

¡Cuántas cosas se acabaron
y cuántos momentos perdidos,
cuántas veces he pensado,
que no he sabido vivirlos,
cuántas veces me ha pesado
equivoca un camino.

Cuántas veces lo he pensado.
Y siempre, siempre, lo mismo.

dimecres, 13 de maig del 2020

¿QUIÉN NO SE HA SENTIDO INSIGNIFICANTE ALGUNA VEZ?, como invisible. ¿Quién ha sido tan soberbio como para no sentirse alguna vez insignificante, ante el propio mundo, ante las personas que le rodean y si me apuran, ante sí mismo? ¿Quién no se ha sentido invisible en algún momento? Eh....estoy aquí. ¿ Me ves ?

Sentir que el mundo te ignora, que no te necesita para nada. Que eres como un adorno, si eres guapo o guapa, porque, amigo o amiga, si no, ni eso. Una figura en un estante o una marioneta a la que mueven con cuerdas. Sentirse un guiñapo. Pues bien, ahí voy. Dime, tú que lees esto ¿crees que estoy hablando de mí, de ti, o de cualquier persona ajena a nosotros en este momento. Alguien que tú conoces o alguien que yo conozco? Da igual, en este caso no importa. Hablemos de quien hablemos, sentirse insignificante, puede que sea el resultado de sufrir la indiferencia de otros seres, quizás queridos, que no se dan cuenta de que tú sufres un poco más de lo normal en estas situaciones. Que te sientes vulnerable y falto de recursos en determinados momentos. Que hay personas que te inducen a la tristeza y crees que no puedes hacer nada para cambiar la situación. Y entonces te refugias en esa tortura, a la que llegas a causa de otros, y en la que te hundes más y más a causa de ti mismo.

¿Qué hacer? Una. Si eres alguien depresivo, estoy segura de que lo primero que vas a hacer, es no reconocer tu tendencia a la tristeza. Te refugiarás en ella, pues es tu coraza, tu rincón, el lugar en donde te sientes más seguro. ¿Por qué? A mi modo de ver, la respuesta es fácil: Siempre habrá alguien que desee sacarte de ese enredo que lleva liándote cada vez más, pero eso es una solución para el momento, no definitiva, es como beberse un vaso de agua porque estás muerto o muerta de sed, sabiendo que es el último vaso, que ya no queda agua, y que por tanto la próxima vez que tengas sed, no podrás beber. ¿Porqué no tratas de conseguir agua, antes de beberte el último vaso? Siempre habrá una fuente para ti. Solo tienes que buscarla.

Cuesta andar, estás cansado o cansada. La fuente está lejos, y posiblemente no tenga agua, pero debes salir a su encuentro. No te queda otra. Y la fuente está dentro de ti. Busca ahí. Busca y encontrarás la salida. La solución a tus problemas. Conseguirás averiguar qué es lo que debes hacer para salir, desenredar el ovillo. Ahí, dentro de ti, hallarás la solución. Puede ser que necesites ayuda. Tu interior sabrá, si le escuchas, decirte, indicarte que debes hacer y a qué fuente has de recurrir.

¿Qué hacer? Dos. Si eres una persona que se siente ignorada, pero tu amor propio es inmenso. Tienes suerte amigo o amiga. Seguro que no tendrás problemas para sobreponerte, y de paso  ¿podrías enseñarme a tener esa confianza que emanas desde adentro hacia afuera?

Es que ¿sabes? Tengo miedo a sentirme ignorada.

dimarts, 12 de maig del 2020


CRECER

Dos largos días de inquietudes
y de sorpresas, no tan sorpresas,
de malos sueños, que no son sueños
y de temores antes sufridos.

Dos largos días, antes vividos,
del mismo modo mismas maneras
de circunstancias que son las mismas
pero cambiadas, por el momento.
Mas lo que cambia es solo el tiempo,
en que suceden las experiencias.

Y es que no hay tiempo,
entre tiempo y tiempo.
Es que una guerra
nunca se acaba con una tregua.
Es que el pasado,
siempre aflora en el pensamiento
y envenenado,
con su veneno, nos envenena.

Si soy valiente, también cobarde.
Me siento bien, mas también lloro.
Que la impotencia no me atenace,
ni me haga ir de un lado a otro.

En la ilusión nada hay de cierto,
si existe solo en tu pensamiento,
pues el iluso que se ilusiona,
en desengaños pasa su tiempo.

A mí me dicen que soy ilusa,
pero eso no es del todo cierto,
pues soy persona que siempre actúa 
y hacia adelante, hace proyectos.
Que no se notan en demasía,
también es cierto.

Si lo consigo, está por verlo,
pero esperanzas, sí que las tengo,
pues la esperanza en estos momentos
es la que me hace seguir creciendo.












                      COMO HABLAR DE LA INDIFERENCIA.

En relaciones humanas, la indiferencia, bajo mi punto de vista, es como una bomba de relojería, aunque no mata, no rompe cristales, no da voces, no da patadas, no da portazos, no mira, no escucha, no discute:
Justamente, la indiferencia es la  nada más nada, que a un ser humano se le pueda dar. "Me hablaban con indiferencia. Distantes. Ausentes. Contestaban con un "sí" escaso o con un "no" cerrando los ojos en señal de una ausencia estudiada, maquinada a través de sus pensamientos, y casi imperceptible para otros seres humanos que frecuentaban la conversación".

La indiferencia, la peor de las ofensas. No hace nada. No pega, no maltrata, no quiere ni odia, no ve, pero hiere profundamente al receptor del gesto, que a poco que se dé cuenta se sentirá, incómodo o avergonzado o ignorado, incluso menospreciado o despreciado  o tratado injustamente o un sin fin de sensaciones más, según como sea esa persona.

Puede también la indiferencia, conseguir que el receptor en cuestión reaccione con amor propio y trate a los indiferentes de esa misma manera. Así estará garantizado que al menos unos cuantos se sentirán, avergonzados, ignorados, menospreciados. etc. Aunque otros ni se inmuten, que de todo hay en la viña del Señor. 

Se podria decir que la indiferencia es la nada, mas nada, que consigue resultados tan caóticos, sin mover una pestaña, sin una mirada, sin gesto alguno, sin una lágrima, ni de alegría, ni de pena, sin una sonrisa, sin un saludo, mirada de ciego o de ciega, que no es cosa de discriminar por sexo. La infidencia no tiene sexo. Puede herir orgullos, tiene facultades para ruborizar, dejar en evidencia,
provocar hostilidades, sembrar mal ambiente, anular proyectos, y como no, hasta hundir a alguien en lo más profundo. Puede provocar desamor. También puede provocar lástima, desconfianza. No hay nada menos expresivo que unos ojos que no dicen nada.

Total: Que hoy una persona, en la calle, se ha dirigido a mí con indiferencia y me he acordado de que hace tiempo quise escribir algo sobre esta palabra que nos puede llegar a resultar "indiferente" pero que en absoluto lo es cuando el blanco es uno mismo.



dilluns, 11 de maig del 2020

Una mesa camilla era todo el mobiliario
desnuda de adornos del todo innecesarios
La pequeña salita de cristales soleados
era el rincón preferido de aquel loco solitario.

Nunca tuvo un amigo, con quien charlar un rato.
Jamás pisó el hogar de otro ciudadano.
Nunca le gustó conversar, ni escuchar comentarios.
Su silencio fue su amigo, su pensamiento, su hermano.

Pero un día se dio cuenta, aquel loco solitario,
que su mente estaba enferma, enferma de desencanto.
Quiso buscar un amigo, con quien charlar un  buen rato,
para calmar el delirio que su mente había apresado.

Más no encontró la amistad, donde la anduvo buscando.
¡Qué triste es la soledad! Si no la estás deseando

Tampoco encontró un camino, por donde fue caminando,
que le llevara al destino con el que había soñado.
Hasta que no pudo mas, y triste y desalentado,
ya se cansó de buscar, aquello que andaba buscando.

No se puede esperar tanto, a sentirse más humano,
pues eso vuelve cobardes a los locos solitarios.

En una mesa camilla y jugando un solitario
dejó de vivir la vida, una mañana de marzo.



diumenge, 10 de maig del 2020

SI EL FUEGO ABRASA


AL AMOR

Si el fuego abrasa, también calienta,
también crepita , te quita el frío,
también cocina buenas cazuelas.

Si el agua ahoga, también nos lava,
también da vida, riega las huertas,
esculpe piedras, y la sed sacia.

Si el aire rompe, también ventila, 
también orea, mueve las ramas,
limpia pulmones, sabe dar brisas.

Si el amor duele, porque es amor,
también consuela y da calor,
sacia la sed, que él mismo da,
da alegrías, y da pasión.
Limpia las ansias del corazón, 
salta fronteras, estrecha lazos,
da esperanza y da ilusión.

Si el amor duele, porque es amor,
también te cura de un desamor,
también revive y te saca a flote,
te saca brillo al corazón,
te busca ansioso, es un resorte.
Y saltan chispas de la emoción.
Se hace tu amigo y te da calor.

Brillo en los ojos, labios ansiosos.
Latidos fuertes, del corazón,
algo de nervios, mucho de calma,
musa en poetas, grandes batallas,
alguna ausencia, y grandes logros,
todo es posible, en su habitación.
Es algo grande, también pequeño,
a veces triste, otras risueño,
otras cansado, y de mal humor, 
Todo es posible en su habitación.

Si el amor duele, también te presta,
cuando hace frío, una chaqueta,
pone en tus hombros la protección,
que necesitas. Se reinventa.
Te da consuelo, te da tristeza,
lágrimas blancas, desilusión.
También te arrastra, también te ciega,
o te acaricia alma y conciencia.  

Si, el amor duele, pero aunque duela,
te da motivos para vivir,
es un artista entre estrellas.
Un mundo nuevo por compartir,
es un camino que da sorpresas,
sorpresas gratas, te hace feliz.
te da alegrías, te da la vida
o te la quita. Esto es así.

 

  1.  

        

dissabte, 9 de maig del 2020

VOLVER A LA CARGA

Volver a la carga,
pasando de largo,
vivencias amargas,
cuidando el momento,
mimando las almas.

Volver a la carga,
con pasiones nuevas,
nuevas esperanzas,
caminos distintos,
mejores pisadas,
pisando más suave,
para no dañarlas,
las tantas promesas,
que el mundo  nos daba.
La vida feliz,
que nos aguardaba,
entretanto el hombre,
la estropeaba,
haciendo del mundo,
un alma cansada,
que bate insistente,
su pesada a carga.

Volver a la carga,
con nuevas raciones,
de paz y esperanza.

Ilusiones nuevas.
Renovada calma.
Promesas de luz,
si el hombre escuchara,
si fuera consciente,
de que la esperanza,
del hombre en la Tierra
no radica en armas,
ni en guerras absurdas,
ni en riquezas vanas.





divendres, 8 de maig del 2020

                      HACE AÑOS.


Bastantes años, alguien me indicó que había un cursillo de escritura en un casal del pueblo donde vivo, mejor dicho ciudad, que si me leen algunos me van a reñir, pues es ciudad desde hace mil años.
Una ciudad que vive a caballo entre Sabadell y Barcelona. Barberá del Vallés es una de esas ciudades en las que como se dice coloquial-mente, "sé está bien".

Fui a ese cursillo. Me presenté tímidamente como una novata, aunque escribía poemas desde hacía algunos años. Aquello fue decisivo. Me permitió comprobar, que todo lo que en mi interior sentía cuando, bolígrafo en mano o para que quede más literario, aún a riesgo de mentir, pluma en mano, aquello que sentía, digo, no era tan extraño. Que había más personas como yo. Ana Medina, por ejemplo, Teresa Costa, María Naranjo, Cele López, y unas cuantas compañeras más, con las que compartí aquel cursillo, por cierto bastante fructífero.

Hace años, bastantes años, descubrí que era capaz de compartir, aquello que llevaba encerrado en cajones. Hace años, bastantes años, descubrí, que ya no era tan necesario el bolígrafo. Alguien puso en mis manos un aparato, con teclas, con pantalla, y con algo, por qué no decirlo, de inteligencia, aunque sea artificial. De memoria. Un aparato que era capaz de recordarme lo escrito, de rectificarlo con facilidad, y que poco a poco se ha convertido en un compañero muy útil.

 He de confesar lo reacia que fui a relegar el papel a términos secundarios, pero claudiqué, y aquí estoy delante de este compañero que me ha ayudado a encontrar un lugar entre personas que como yo, escriben, disfrutan escuchando y comparten.

Mi vida literaria camina entre dos grupos, a los que pertenezco, y de los cuales estoy muy orgullosa, el primero, Manantial Poético de Badía del Vallés, al cual accedí por aquellos tiempos, invitada por Ana Medina. Temblaba mi cuerpo como hoja de chopo mecida por fuerte viento. Leí, no recuerdo bien el qué, pero leí algo. Sentía los latidos del corazón en el mismo papel, que no paraba de moverse. Aquello se convirtió en una cita semanal, que aún, hoy en día perdura.

 El segundo, Poesía a Trenc d'Alba, de Sabadell, llegó bastante más tarde, solo hace dos años que estoy con ellos. Un grupo muy variopinto, en el que he encontrado otra vez, el calor del alma de los poetas, de estas personas sensibles y llenas de pensamientos a flor de piel, que rebosan literatura por los cuatro costados. Que son capaces de vibrar con la poesía, de sentirla, de merecerla, de mimarla, de buscarla, de comprenderla, de vivirla y de compartirla, sin reserva, con claridad, con alegría o con tristeza, sentimientos que el poeta, por serlo, acentúa con sus palabras, con sus versos.

Y aquí estoy, tratando de hacer honor a pertenecer a esto dos grupos, de tanta calidad, que rebosan literatura y poesía por los cuatro costados, que derrochan amistad, y compañerismo, que luchan por mejorar, y por consecuencia me hacen mejorar a mí, que, tan solo soy una modesta escritora de pensamientos.

  Querido lector, Nos veremos por aquí, por mí que no quede. Hasta la vista.
           
             

dijous, 7 de maig del 2020

Hoy, revisando las llegadas de lectores, encuentro que este mismo instante, hay un seguidor o seguidora, que me está leyendo desde Los Estado Unidos. I don't know who is him or her, but I'm really happy about it. I hope you like my blog. I love writing for you. Thanks a lot. See you soon.

  Hoy deseo hablar de la palabra esperanza, pues desde que amaneció el día, siento una necesidad tremenda de proveerme de esperanza. "I hope to have hope". Tengo esperanzas de tener esperanza , porque de un tiempo a esta parte siento que la he perdido. Y no la he perdido por un casual, sino porque estoy harta de convivir con noticias negativas. De ver que el mundo, del que presumimos tanto la raza humana, no nos necesita para nada.

Ayer un colorín, paseaba alegremente por el jardín, de ramita en ramita, cantaba su melodía habitual, de la que yo no conocía más que la que había escuchado en los muros donde los pajareros los exponen para que hagan sus peleas, y presumen de sus cantos. Cantos enjaulados. Hoy a vuelto. Volaba libremente, sin miedo, hasta que me vio, claro está. En cuanto se percató de mi presencia, desapareció. Silencio de nuevo.
Vivo aquí desde hace muchos años. Suelo observar a los pajarillos que asoman tímidamente por aquí,  pero jamás había disfrutado del canto de un colorín  (goldfinch, in English) o jilguero, tan a tocar de mano.  Dos meses de silencio humano bastan para que la naturaleza se exponga exuberante y se abra paso entre muros, jardines, carreteras vacías, campos desiertos, y se adueñe de la situación.  ¿Para qué necesita el planeta Tierra al hombre? ¿Qué nos ha hecho ser tan egoístas y tan soberbios, somo para pretender aniquilarla, cuando ella, es la única razón por la que aún seguimos vivos?

  Delante de casa, la vegetación está avanzando, un palmo más cada día, va poblando de verde todo aquello que el hombre no ha pisado en dos meses. Los jabalies, andan como Pedro por su casa, mucho más tranquilos que antes. Algún que otro cervatillo asoma por entre parajes ahora solitarios. El sonido del campo. El sonido del silencio. La oscuridad en las autopistas. La gente en sus casas, todo indica que es hora de tener esperanzas. Esperanzas en que debe haber alguna manera de conseguir el equilibrio entre el humano, como humano y la naturaleza, como naturaleza. De pactar un acuerdo secreto en el que nos digamos que no nos vamos a hacer daño el uno a la otra.

En fin. Tocaba hablar de esperanza, o esperanzas. I hope that we'll have a better world if we want.

Thank you very much. And Good Bye.


diumenge, 3 de maig del 2020

POEMA



CAOS


Hablo mas nadie me escucha, ni nadie leerá mis versos
Pienso en cosas tan absurdas, tales disparates pienso
Que hasta a mi misma me asustan, esos tales pensamientos.
No se si creerlos ni yo,  yo que soy la que los pienso.

Soy mujer de muchas dudas, dudando siempre en silencio
Soy mujer y aunque inmadura, en algún tema en concreto
En otros tengo cordura, y se refleja en mis hechos
Y es que cuesta ser madura, pero es que nadie es perfecto.

La vida es bastante insegura, y puede que no esté en lo cierto
Mas solo por ser adulta y teniendo la edad que tengo
He de confiar como nunca, más en mi que en mi talento
Y es que la batalla es dura, contra el propio pensamiento.

Ni el pensamiento me escucha, cuando le hablo en silencio
Soy un desierto sin dunas, y soy un mar sin su cielo.
mas no me he negado nunca, que es bueno reconocerlo       
y aunque me asalten las dudas, reconozco mis defectos.

Mientras escribo perduran, mis dudas, mis pensamientos
Lo escrito no muere nunca, si no se quema en un fuego
O si rompen una a una, las hojas que estoy escribiendo
Mi pensamiento es la cuna, que mece todos mis versos.

Y por eso en mi perduran, la esperanza y el consuelo
De que muerta y en la tumba, alguien lea todo esto
Pues no muere la escritura, aunque el autor ya este muerto
Y aunque me asalten las dudas, tengo mucha fe en ello.  









dissabte, 2 de maig del 2020

Dos cosas a tener en cuenta: No sé que escribir y además no me he molestado siquiera en saber porqué he encendido el ordenador...sé sin embargo, que esto de estar ante un teclado me infunde cierto poder, diríase   que es una forma de sentir que tienes alas, que puedes llegar compartir tus diminutas cosas, tus pequeñas reflexiones con aquellos que, imaginariamente, están ahí, detrás de la red, quizá curioseando por casualidad... Quizá es tan reducido el número de personas a los que llega este modesto blog, tan reducido, digo, como para no llegar ni a cinco o seis....pero soñar es gratuito, no cuesta absolutamente nada, salvo si de repente despiertas a la realidad y te das cuenta de que los sueños son solo ilusión...
Pero como yo no quiero despertar, dejadme que sueñe un poco. Dejadme que me enrede en mi propio ovillo, que me pierda entre palabras que salen, a veces de debajo mismo de mis dedos, otras veces desde más arriba, desde el propio corazón. Mecánica forma de expresar sentimientos que ayuda a los escritores a trabajar con fluidez pero que a su vez despersonaliza tanto la palabra escrita...Todos la misma caligrafía...todos el mismo tipo de letra mas o menos grande o pequeña, todos mirando una destellante pantalla en blanco, que poco a poco se va llenando de una mezcla de palabras que llegan a tener sentido...Una tinta invisible va tiñendo la pantalla a medida que mis dedos se deslizan por el teclado.
Dejadme pues que sueñe, y que en la inconsciencia que el sueño proporciona, imagine un mundo mejor. Dejadme que sueñe.

Un recurso muy extendido entre escritores: el sueño. El sueño idílico y casi fantasmal de realidades inalcanzables, al menos para unos cuantos. El sueño de ser comprendidos, escuchados o simplemente llegar a decir algo que cale hondo, que hurgue en los entramados del corazón de las personas más sensibles, y de las más duras también. Un sueño inocente, como inocente es aquella criatura que empieza a vivir y experimentar entre el mundo de los adultos y bajo su supervisión. La búsqueda de una mirada limpia, pura, honesta, bajo los rayos de sol, que te muestre agrado.

Bajo estas manos, que hoy teclean el ordenador, a la espera de que lleguen las musas, van apareciendo renglones que no dicen nada, y que a pesar de ello no pienso borrar. ¡Ya está bien de borrar apuntes, de romper hojas, de tirar folios a la papelera o simplemente, de pulsar el "Supr"
una y otra vez y releer de nuevo una vez reescrito.

Inseguridades, dudas, pereza. Todo aquello que desconocemos nos da pereza y lo conocido a veces también. Tendemos a ser cómodos, a observar desde la mirilla la vida a nuestro alrededor, sin inmiscuirnos en los problemas ajenos, sin casi preocuparnos del mundo que sigue girando a pesar de nuestra ignorancia. Seguimos hablando por hablar y como no, escribiendo por escribir, como hoy acabo de hacer yo misma. Ustedes perdonen. por no decir nada y acabar esta página sin más, que decir hasta mañana.

GRIMA

Me pasé midiendo de esquina en esquina,
los años vividos,  meses,  horas,  días,
limando asperezas que arañan la vida,
lijando las grietas, que causan heridas,
luchando en mil guerras, ocultas prohibidas,
ganadas algunas y otras perdidas.

Resumen de aquello que araña la vida.
No quiero decir que no haya alegrías.
No deseo que pienses que de esta vida
Es  lo solo que me llevo  a la otra vida.
Mas sí que le cuesta ganar la partida,
al yo que sonríe, cuando hay mil sonrisas.

Pues tengo un yo triste, que brota a días,
 me culpa de cosas que yo ni sabía.
Me pone mil trabas para andar erguida,
y sentir orgullo de ser una  misma.
Y es que a mí las grietas, me causan heridas,
y las asperezas me dan mucha grima.

He de darle brillo a mi propia vida,
lijarle los cantos, con mágica lija,
y darle una capa de laca muy viva.
Ser ante mi imagen, el buen ebanista,
que embellece el mueble, que estaba en ruinas.
Sentir que no hay miedos al volver la esquina.

Mirarme de lejos, de otra perspectiva,
porque los espejos, me dan mucha grima,
sin andar midiendo de esquina en esquina,
sin luchar en guerras, antaño perdidas.
matando al yo triste, que mata alegrías,
que a mí, la tristeza, me da mucha grima.


.



divendres, 1 de maig del 2020

Imaginemos que en lugar de estar escribiendo esto para que tú lo leas, estuviera en estos instantes, estos precisos instantes, ante ti. Que pudieras verme, mirarme a los ojos, observar mis labios mientras pronuncian estas palabras, ver si mis manos están tensas o por el contrario muestran esa flacidez que denota estar despreocupada, sin tensiones, y atenta a esta conversación que se está iniciando entre tú y yo.
Imaginemos que tú, un perfecto desconocido si eres hombre, o desconocida si eres mujer, que no soy yo de discriminar por sexo,  en lugar de estar leyendo, estás delante de mí, y que por lógica consecuencia, también desconoces detalle alguno sobre mi vida.
Somos dos personas que no se conocen de nada, y que mira por donde,  han acabado sentados uno frente a otro, y no saben que decirse. Por supuesto no sería una entrevista de trabajo, que ahí siempre habla el de detrás de la mesa, o más bien interroga, ni sería en una sala de espera de una consulta de médicos o abogados, etc., ni tampoco  en la cola del autobús, está demasiado visto. No sería en un restaurante, en el cual dos personas solitarias acaban poniéndose en la misma mesa, por que han empezado a entablar una muy manida conversación sobre el tiempo, o sobre las noticias del periódico. No sería en un parque infantil, donde mientras los peques bajan por el tobogán, los adultos se miran y entablan conversa. Simplemente, estamos sentados el uno o la una frente al otro o la otra, que ya he dicho que eso es indiferente. Plantéate, eso sí, que visualmente hemos conectado de manera espontánea y casi mágica. Que nos estudiamos detenidamente, gestos, guiños, movimientos de manos o piernas, cruzadas o simplemente dejadas caer en el asiento.

Vamos a obviar el lugar en cuestión, solo estamos tú y yo. Hablamos de temas poco relevantes durante diez minutos, y luego, como por arte de birli-birloque, entramos en materia. Hemos pasado de presentaciones. No hacen falta. Los dos sabemos que nos vamos a entender a partir de ahora. ¿Qué más da de donde vienes o vengo y adonde íbamos hasta el momento de encontrarnos, aquí, en medio de un mundo que ahora ignoramos por completo. No existe. Solos tú y yo. Realidad del momento.

Aislados del todo lo demás. Preguntándonos calladamente ¿Porqué estoy aquí? ¿Porqué en este momento no me importa nada de lo vivido o por vivir que tengo? ¿Porqué tu mirada de auténtica curiosidad me ha despertado de un letargo horroroso e incomprensible?. Solo en esto pienso. Imágenes fuera. Mente limpia de memoria ancestral. Tú por supuesto, estás en las mismas circunstancias, si no, no vale. Solo que no sé que piensas -en estos momentos estamos callados-
solo nos miramos. Curioseamos en nuestras retinas. Queremos hablar pero..es tan mágico este silencio no premeditado...que cuesta romperlo. y así, querido lector o lectora, que no soy yo de discriminar por sexo, pasaremos seguro a entablar una conversación, que no sabemos a donde nos llevará, pero que a buen seguro nos hará olvidar algún que otro problema.  Disfrutemos de ello por breve que pueda parecer. A buen seguro nos volveremos a cruzar de nuevo. A buen seguro recordaremos esta conversación de miradas intimistas. A buen seguro, si tú quieres.

dijous, 30 d’abril del 2020

No soy amiga de dejar las cosas para más adelante, pero el caso es que las dejo. Me pierdo entre incógnitas que jamás hallarán respuesta, y verdades que no necesito saber. Me vuelvo un poco loca y es cuando dejo todo abandonado. No para más adelante, sino que olvido las tareas, las aborrezco y suelo cambiar de táctica y de aficiones. No lo sé. Es un permanente buscar entre la nada de un todo imperfecto y el todo de casi nada. Filosofía pura, me diría mi profesor de métrica, al que de vez en cuando le he oido decir que yo iba para filósofa.

Yo me río cuando me lo dice. No sabía que estar como una cabra fuera filosofar. No sabía que perderse en uno mismo tuviera algo que ver con la filosofía. (Tal es mi ignorancia al respecto)
De ahí que muchas veces una persona me diga eso de "No tienes tu filosofía ni nada". ¿A ver si va a ser verdad ?  ¿A ver si aún tengo tiempo de ir a la universidad y marcarme una carrera?. Bueno,  otra vez en los mundos de Yuppi, como mi suegra, que la pobre, ya por la edad, se fue a esos mundos gracias al famoso Alceimer, y a sus 96 años es una persona feliz, risueña, que vive en la inopia, y no recuerda ni su nombre. Ella si que tiene filosofía, que aún estando en su mundo, sabe como tratar a cada uno de nosotros, no sé si instintivamente o por sabiduría o una cierta dosis de cordura interior, que aflora en cuanto le estimulas los sentidos. 

  Por otra parte, y sin que tenga nada que ver con lo dicho anteriormente, he de decir que tengo un cierto sentido de la responsabilidad que me impide dejar aquello que es vital, necesario e imprecindible, con lo que respiro tranquila, ya que sé positivamente que nunca abandonaré algo que tenga que ver con compromisos adquiridos con otras personas. Normalmente, cuando abandono algo, siempre es porque el compromiso es conmigo misma, y a mí, es muy fácil  engañarme. Si me engañan los demás,¿ como no voy a engañarme yo, si soy pura filosofía?...Fuera bromas, que lío tan tremendo. 
[19:19, 30/4/2020] Araceli: LA DANZA DE LOS ARBOLES

Un olivo me muestra su copa
mojada de lluvia: hay miles de gotas
igual que cristales, colgando en sus hojas

El arce despierta con la suave lluvia
y verdes sus hojas, verdes como nunca
exhiben airosas su imagen mas pura.

Un pino envidioso descuelga sus piñas
que al compás del viento, caen muy deprisa.
Crujidos sonoros, suenan más arriba

Son ramas del cedro, que al viento sucumben
Se dejan caer, se oye como crujen.
El viento las mece y sus ramas rugen.

Tormenta en el bosque. Los árboles danzan
Un rayo atrevido, sobre él se abalanza.
Orquesta de truenos, los árboles bailan
Al compás del viento.

Si yo fuera árbol
También danzaría
Como danzan ellos



Si yo fuera árbol........También danzaría........ como danzan ellos.

   Estupendo. Creo que la única manera que yo tendría de danzar es siendo un árbol mecido al viento. porque según dicen algunos expertos, soy lo mas anti-baile que puede uno imaginar.. No doy una.        Cuando hay que ir hacia la derecha, yo, hacia la izquierda.   Aquello de "un pasito pa lante mi niña,
 un pasito pa atrás..."..Eso sí que se me da bien, ¿pues quien no sabe dar pasos hacia adelante o hacia atrás?, eso está clarísimo... Lo que ocurre es que por lo que veo siempre lo hago a destiempo....
¿O son los demás los que no llevan bien el ritmo?.....

   Bueno ahora fuera bromas....Tormenta en el bosque..¿Os ha pillado alguna vez una tormenta en el bosque?
   Esa oscuridad casi de brujas que se apodera de un bosque, ese misterio que imprimen los crujidos de las ramas, las hojas caídas hacia abajo impregnadas de lluvia.
   Los árboles parecen más altos en estos momentos, y a través de sus ramas, el cielo gris casi marengo, se ilumina de vez en cuando con la luz de un amenazador rayo. Luego, el trueno suena a través de las corrientes de aire y resuena, más allá....y más allá aún....La luz cada vez más escasa.   A lo lejos, muy a lo lejos, se divisa una pequeña luz, probablemente una masia, o...quizás, pero no, ¿Cómo va a ser eso?...Normalmente en el campo, lo que hay son masias, no casas de asesinos con motosierras....
   El miedo en estos momentos es atenazador.. Me encuentro en medio de un bosque tenebroso y solitario, y lo que se me ocurre pensar es en asesinos, no en la manera de evitar que un rayo me fulmine, o que una rama de este pino a punto de romperse me parta la crisma....Ahora, para más inri, desde la lejanía escucho una especie de sirena extraña, como exigente y a la vez misteriosa....
   Pienso en estos momentos en duendes, o en "morloks" que están llamando a los nativos para hacerlos desaparecer bajo la tierra. Y la sirena, cada vez más exigente sigue sonando, cada vez más cerca, casi al oído. Y desde las tinieblas del bosque, oigo una voz diciéndome...
"Oye, para de una vez el despertador que son las ocho y media"....

Me levanté y mira por donde hice el poema que encabeza este escrito.