diumenge, 17 de febrer del 2013

   LA CIUDAD ENCANTADA, nuestro próximo destino, será un lugar de paso en nuestra ruta hacia Soria y sus pueblos.
   Cuenca, una visita llena de emociones... Sus barrancos y acantilados, la antigua ciudad encaramándose hacia arriba, la soledad de sus calles a primera hora de este día de San Julián, festivo para ellos...la multitud de gente que después de descender de sus respectivos autocares, se aglutina, para hacer excursiones,, o para visitar los monumentos de la ciudad....más abajo, un numeroso grupo de gente parece encaminarse en fila India hacia una romería o quizás a una caminata...llevan mochilas en sus espaldas, y aunque entre el grupo van tanto ancianos como niños pequeños, intuyo que la caminata puede ser larga....observo que empiezan el camino junto al margen izquierdo del Júcar, donde éste se enseñorea recorriendo un paseo lleno de desniveles, remansos y rincones que el paseante agradece respetando el entorno y fotografiando cada rincón, cada pequeño detalle de este entorno plagado de naturaleza..
Rio Jucar
Rio Huecar


Mientras descendemos hacia la salida de Cuenca,  miro hacia arriba, y le echo una última ojeada a la virgen, que encaramándose sobre una solitaria loma, y bajo el telón de un cielo escandalosamente azul, se aferra al pedestal que la sostiene. Esta virgen que en las oscuras noches conquenses, aparece iluminada cual gigantesca vela encendida,  o como una colosal aparición, y que en medio del más absoluto de los silencios vigila la ciudad, dormida, aletargada, diríase que vela por los sueños de esta ciudad y de todos sus habitantes....

    La carretera que nos conducirá hacia LA CIUDAD ENCANTADA....empieza a darnos señales de lo que puede ser el recorrido. Un paisaje natural nos acoge entre sus brazos y entretanto avanzamos, empezamos a intuir que el viaje va a ser ameno y distraído... A pocos kilómetros, empezamos a ver como el panorama se va tiñendo de harina....Una mezcla de tierra y nieve en cada ladera de montaña, en cada rincón sombrío.  La carretera sube más aún y la nieve en estos momentos se hace más visible...Deslumbrantes laderas de pinos blanqueados nos acompañan en el trayecto y millares de arbustos autóctonos parecen saludarnos a nuestro paso.

   
Antes de todo esto, en el VENTANO DEL DIABLO, parada obligada para cualquier viajero, hemos podido contemplar parte del acantilado en todo su esplendor...y de oír rugir las aguas que desde el mirador y allá  abajo, muy abajo, discurren  tortuosas sobre lecho pedregoso....Una ventana natural, a modo de arco o de pórtico nos abre paso hacia el otro lado de las hoces y desde ahí unas cuantas fotografías harán que este lugar quede inmortalizado en el recuerdo de este hallazgo.

     Por fin, tras unos cuantos kilómetros de viaje, y de comprobar que la nieve por estos lares cada vez es más visible, llegamos a la CIUDAD ENCANTADA....

   LA CIUDAD ENCANTADA, hoy es lugar además de encantado prohibido, paradojas de la vida. La serranía de Cuenca esta cubierta de nieve, y las bajas temperaturas que se han adueñado del territorio hacen que esta nieve se hiele, y esto convierte el paseo por este lugar en una aventura temeraria. Observo con decepción la entrada hacia el parque, y veo como varias de las personas que sí se han atrevido a tomar la aventura como una diversión están ya rodando por el suelo víctimas de su primer resbalón y pienso...La ciudad Encantada queda para la primavera.

   Un café con leche en el bar del restaurante, para entrar en calor, un paseo por el campo colindante, por aquello de pisar nieve y hundir nuestras botas hasta media pierna en este extraño y no menos novedoso elemento para nosotros, y en marcha de nuevo....

   Paradójicamente, el azar hace que volvamos a Cuenca, pues el camino hacia Soria nos lleva otra vez a nuestro punto de partida y la casualidad hace que veamos regresar de su excursión al mismo grupo de caminantes que esta mañana emprendían el camino. Otra vez en fila India, otra vez la de la mochila floreada, y ¡mira! Ahí está la señora que andaba con bastón y que parecía que no iba a poder  hacerlo...¿qué te parece?...

Ellos todo el dia andando y nosotros todo el día en coche, y total para ambos volver al mismo punto de partida...




























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