dimarts, 12 de febrer del 2013

SEGUNDO VIAJE

27-1-2013

    Ayer, cansada del viaje, exhausta, a dormir, eso sí, después de cenar ligerito, y de beber agua. Mucha agua.

   Calor no hace, desde luego, todo lo contrario. Creo que el termómetro, hoy no ha despertado del letargo en que se sumió anoche y el sol que, intuyo, sí ha despertado, ni tan siquiera ha tenido el detalle de asomarse a las ventanas de esta ciudad...Y eso que el pronóstico era  "Tiempo soleado, subida de temperaturas, etc..   etc...etc....

   Bajo un velo de nubes grisáceas y espesas y un cielo tremendamente estático, yo, dispuesta a visitar esta ciudad, a pasear por sus callejuelas empinadas, a curiosear por las típicas tiendas o a contar cuantos conventos hay, o cuantas calles con nombres de santos..(Esto es un decir, pues realmente no es lo que hemos venido a ver).

   Ahora, en estos momentos, estamos en el PARADOR, antiguo CONVENTO DE  SAN PABLO,  edificio sobrio y reverencial,  donde parar a tomar un café es más una necesidad que un capricho, pues hace unos momentos estábamos cruzando el puente metálico que salva el sinuoso barranco que lo separa de la ciudad.





 El convento, visto desde el otro lado, es un edificio imponente, situado sobre una loma separada del resto, y al que únicamente se puede acceder a través de este puente. Su estampa se ve desde todas partes, y domina el paisaje.   Dicen que hace tan solo dos días la ciudad entera se cubrió de nieve, una copiosa nevada que les causó bastantes problemas, pero yo voy más allá, e imagino el puente nevado, el barranco y el parador. Imagino la CATEDRAL, los conventos, la PLAZA MAYOR,  la MURALLA, el CASTILLO, las BALCONADAS,


los tejados, todo ello cubierto por ese manto virginal que proporciona la nieve y me olvido de sus inconvenientes. Imagino ahora un banco solitario que en medio del jardín del parador ofrece reposo al visitante, también cubierto de nieve, y le hago una fotografía imaginaria...Pienso..."Bendita nieve, que nutre la tierra y embellece los paisajes...Efímeras postales que se disuelven al calor...

   Saliendo del parador, otra vez a cruzar el puente, que, pintado de rojo en su totalidad, destaca sobre el intrépido barrando, y salvando el viento y el agua nieve que amenaza con hacernos batir en retirada, hacemos unas cuantas fotografías a las CASAS COLGADAS.

   Bueno..ahora ya no hace falta que os diga donde estoy   ¿Verdad?

   Un paseo por las inolvidables plazas balconadas que hace de mirador...Un descenso hacia el lecho del río HUÉCAR, para ver como se entrega dócilmente al JÚCAR, al cual acompañará el resto del camino.
 
 Luego, para subir, un autobús, el "2", para ser más exactos, que de media en media hora hace el recorrido, nos devuelve,  a nuestro aparcamiento...El lugar no puede ser mejor: Una gran plaza ubicada en lo más alto de CUENCA desde donde se divisa el Parador, el barranco, y gran parte de la ciudad... Inmejorable.

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