dilluns, 4 de març del 2013

A LOS ESPAÑOLES QUE VIVEN EN ALEMANIA


Este poema se me ocurrió a raíz de un programa documental, que hablaba de estas personas, que aún teniendo sus raíces aferradas a nuestro país, han echado raíces allí, en este caso en Alemania, y les es difícil o quizás impensable dejar este vínculo y aunque su pensamiento siempre vuelve hacia España, la miran desde la lejanía, y la recuerdan, hablan de ella, y se reúnen con otros compatriotas que como ellos viven aferrados a su presente, pero no olvidan su pasado. Un pasado ligado quizás a sufrimientos inevitables, que han dejado una huella incapaz de desaparecer con el tiempo....Por bello que sea el país donde viven, por muchos paisajes naturales que tengan alrededor de sus casas, por muchos lagos y ríos, pero ahí, en un rinconcito, casi escondido de su pensamiento, siempre recuerdan a España.....
                                     Saludos desde España para todos ellos.

                                   

                                                       RAICES

Se fueron a otras tierras,
Lejos, muy lejos de su mundo
Cruzaron mil fronteras
Tomaron nuevos rumbos,
por tierras extranjeras.

Se fueron, llevando sus quimeras,
lejos, tan lejos de sus pueblos.
Caminos por veredas
cambiaron por completo.

Veredas del silencio.
Recuerdos de tristezas,
que en vano intentaron
olvidar con el tiempo.
Les derrotó el pasado.
Les derrotó la guerra.

Algún que otro momento,
España está en su mente.
Resuenan insistentes,
las voces de su tierra
y vuelven las quimeras
y entonces ellos piensan:
¡No! a España ya no vuelvo,
aquí soy extranjero,
y allá no me recuerdan,
mis viejos compatriotas,
que fue la cruel derrota,
quien me echó de mi pueblo.

A España ya no vuelvo,
que aquí echó las hojas,
el árbol de mi cuerpo,
que me han salido ramas,
que son tan alemanas,
como la Selva Negra.

Cambié el vino tinto,
que nace de las cepas,
por la amarga cerveza,
que bebo los domingos.

Me cambiaron el Ebro
por este Rhin sombrío,
cambié los Pirineos,
por montes europeos,
y los campos de olivos,
por oscuros abetos,
cambié hasta el idioma
por entenderme con ellos.

Cambié el mar de mis costas,
Por lagos y por ríos.
Atrás dejé mis cosas,
y aquí es donde me quedo
que están aquí mis hijos.. 

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada