diumenge, 3 de març del 2013

SEGUNDO VIAJE

     SORIA, es como un sueño hecho realidad. La primera impresión de esta acogedora ciudad, es agradable: Calles bien estructuradas, pacíficas, bien avenidas entre ellas.
 
     Un primer encuentro con Machado, nos conduce a una Iglesia, y junto a ella, un cementerio. Bien: obviaremos esto último, porque aunque este lugar alberga la tumba de la esposa del escritor, fallecida prematuramente con bastante juventud, no tengo la menor idea de visitarlo..Normalmente huyo de los cementerios.... La plaza es triangular, y en medio de ella, un pequeño jardín, alrededor de un trozo seco de olmo, enorme, tortuoso y blanquecino, casi petrificado por el paso del tiempo, y ante él, una inscripción en la que podemos leer el viejo y conocido poema del escritor.


  A UN OLMO SECO


  Al olmo viejo, hendido por el rayo 
y en su mitad podrido, 
con las lluvias de abril y el sol de mayo 
algunas hojas verdes le han salido.

  ¡El olmo centenario en la colina 
que lame el Duero! Un musgo amarillento 
le mancha la corteza blanquecina 
al tronco carcomido y polvoriento.


  No será, cual los álamos cantores 
que guardan el camino y la ribera, 
habitado de pardos ruiseñores.

  Ejército de hormigas en hilera 
va trepando por él, y en sus entrañas 
urden sus telas grises las arañas.

  Antes que te derribe, olmo del Duero, 
con su hacha el leñador, y el carpintero 
te convierta en melena de campana, 
lanza de carro o yugo de carreta; 
antes que rojo en el hogar, mañana, 
ardas en alguna mísera caseta, 
al borde de un camino; 
antes que te descuaje un torbellino 
y tronche el soplo de las sierras blancas; 
antes que el río hasta la mar te empuje 
por valles y barrancas,  
olmo, quiero anotar en mi cartera 
la gracia de tu rama verdecida. 
Mi corazón espera 
también, hacia la luz y hacia la vida, 
otro milagro de la primavera.





     Las calles céntricas nos acogen con calor, calor humano, calor de edificios, de luces engalanando estos edificios, de pavimentos empedrados, de callejuelas, o calles anchas, peatonales algunas, calor ante el frío intenso del aire, que en estos momentos amenaza con traspasar el grosor del abrigo que inútilmente intenta protegernos. Un aire frío que nos alcanza la piel.

   Una extensa plaza, rodeada de maravillas, nos invita a parar un momento la atención ante la estatua de DOÑA LEONOR, esposa de MACHADO, representada en bronce...Delante de Doña Leonor, una silla vacía, también en bronce, que sujetada por las propias manos de la señora, nos invita a sentarnos para inmortalizar el momento. A nuestras espaldas la vistosa fachada de la iglesia que preside la plaza..

.
   En estos momentos unos ancianos que según nos dicen tiene mas de ochenta años, nos interrogan. Quieren saber de donde somos y como si tal cosa entablamos una agradable conversación que durará poco más o menos de media hora.                      
 Ellos, deseosos de hablarnos sobre su ciudad, nosotros, habidos de conocimientos, y de conversar con las gentes de este lugar, acabamos formando un tandem que termina por ser del todo provechoso.: Sabremos donde comer, qué visitar, y un poco a grandes rasgos como son aquellos que habitan esta fría ciudad.

    Callejear por SORIA, por entre las calles peatonales del casco antiguo, por entre sus plazas, ver los escaparates, las tascas, mezclarse entre ellos, como uno más...pienso: "Nadie nos conoce. Es más: por el momento, nadie nos hace aquí. Ahora en estos precisos instantes me confundo por entre sorianos, y curiosamente nadie nota que yo soy una intrusa que pasa inadvertida.

    Entrar en el CÍRCULO, antiguo casino, todavía abierto en la actualidad, en donde la tercera edad se hace notar, es como volver al pasado:  En algunas mesas, las fichas de dominó se mueven escandalosamente, entre las manos de los abuelos que juegan la partida, en otra mesa cuatro ancianas, miran atentamente el abanico de cartas  que sujetan entre sus manos y en silencio juegan mientras sorbo a sorbo se van tomando una tacita de café... . Mientras, el ir y venir, el entrar y salir de ancianos, hace que se me olvide que mañana será otro día, y que por esta noche, solo nos queda buscar un lugar donde tomar una cena ligera....
    Antes de salir del CÍRCULO, en el vestíbulo, veo unas escalera, y al final de ella, un letrero que indica: CÍRCULO DE POETAS.
   Un anciano que me ve interesada,  amablemente me informa de que ahora este centro solo se abre en fines de semana y días festivos y que antes permanecía abierto todos los días, y añade: "y es que hoy en día, la poesía está en declive". A mí, como poeta, estas palabras me duelen, y más aún en esta ciudad que rezuma poesía por los cuatro costados. Es curioso ver como aquí en Soria, un centro de estas características, no tenga una proyección hacia adelante. Pues Soria, nos evoca a Machado a cada momento. Y me atrevería a decir que Machado es a Soria, como Soria es a Machado....Lástima.

   A pesar de todo esto, percibo que SORIA, ama a Machado. ..

El INSTITUTO, que lleva su nombre, y en donde él había dado clase de Francés, es un edificio noble, que consta de un claustro interior, alrededor del cual se disponen las salas...Unos poemas en el vestíbulo nos llaman la atención, y me pregunto: ¿Alguno de estos jóvenes que entran y salen, sentirá lo que Machado sentía, al escribir?...¿Habrá algún futuro Machado entre ellos? y si lo hay: ¿Se dará cuenta algún día, o simplemente su talento se diluirá entre la vida y los echos que la transforman y nos transforman?...Lástima otra vez, por no tener poderes para detectar esto y ayudar a ese chaval o chavala a encontrar en su interior aquello que esconde su talento...

   En las calles, vuelvo a encontrar detalles que me recuerdan al escritor...y pienso: Machado murió, pero su poesía sigue viva, mientras haya alguien que la recuerde....




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